La ansiedad, el estrés, los problemas emocionales, son algunas de las grandes problemáticas que enfrentamos actualmente. Existen muchos hábitos y muchas recomendaciones respecto a cómo mejorar dichos aspectos, y uno de ellos es el grounding. Si nunca habías escuchado hablar de grounding con anterioridad no te preocupes, en el siguiente post te explicamos todo sobre esta práctica.
¿Qué es grounding y para qué sirve?
El grounding, también conocido como “earthing”, es una práctica que consiste en conectar nuestro cuerpo directamente con la superficie de la Tierra, ya sea caminando descalzo, tocando el suelo con las manos o utilizando dispositivos diseñados para simular esta conexión. La premisa detrás de esta técnica es que la Tierra posee una carga eléctrica natural que puede interactuar con nuestro cuerpo, ayudándonos a restablecer el equilibrio energético y mejorar nuestra salud.
La conexión directa con la Tierra tiene como propósito principal promover el bienestar físico y mental. Muchas personas recurren al grounding para reducir el estrés, aliviar dolores crónicos, mejorar la calidad del sueño y equilibrar su sistema energético. Además, existen estudios preliminares que sugieren que el grounding podría influir positivamente en la inflamación y fortalecer el sistema inmunológico.
¿Cómo funciona?
El grounding se basa en el principio de que nuestro cuerpo puede absorber electrones negativos de la Tierra cuando estamos en contacto directo con ella. Dichos electrones actúan como antioxidantes naturales, neutralizan los radicales libres que generan inflamación y estrés oxidativo en el organismo.
El proceso en sí ocurre cuando la piel de los pies entra en contacto con superficies conductoras como la hierba, la arena o la tierra. El contacto permite que los electrones fluyan hacia nuestro cuerpo, equilibren nuestra carga eléctrica y promuevan un estado de bienestar general.
Además de este intercambio eléctrico, la práctica de grounding tiene un impacto en el sistema nervioso. Cuando conectamos con la Tierra, se activan respuestas relajantes en nuestro cuerpo que ayudan a reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Esto no solo favorece la relajación, sino que también contribuye a un mejor descanso y una sensación de calma.
¿Qué dice la ciencia sobre el grounding?
La ciencia comenzó a prestarle atención al grounding y su posible impacto en la salud muy recientemente, por lo que esto es todavía un campo en desarrollo. Hasta ahora, varios estudios han arrojado resultados prometedores que respaldan los beneficios de esta práctica.
Uno de los estudios más destacados, publicado en el Journal of Environmental and Public Health en 2012, examinó los efectos del grounding en condiciones crónicas como el dolor y el estrés. Los participantes que practicaron grounding reportaron una reducción significativa en sus niveles de dolor e inflamación, además de mejoras a nivel anímico de forma diaria.
Otro análisis, realizado en 2015, sugirió que las terapias basadas en el grounding podrían ser útiles para combatir problemas de sueño e insomnio, indicando que esta práctica podría influir en la regulación del sistema nervioso. Asimismo, investigaciones publicadas en el Journal of Inflammation Research exploraron cómo el grounding podría ayudar a controlar la respuesta inflamatoria del cuerpo y apoyar al sistema inmunológico.
Volvemos a aclarar que todavía se están realizando investigaciones para comprender a fondo los mecanismos científicos detrás del grounding.
¿Qué beneficios tiene pisar la tierra?
Pisar la tierra descalzo es una de las formas más simples y efectivas de practicar grounding, y se le atribuyen beneficios a nivel físico y emocional, como:
- Reducción del estrés: La sensación de hierba, arena, tierra o piedras en los pies disminuye la ansiedad y el estrés.
- Mejor descanso: El contacto con la Tierra parece ayudar a regular los ritmos circadianos, favoreciendo un sueño reparador.
- Alivio del dolor: Estudios preliminares han mostrado que el grounding puede reducir la inflamación, una de las principales causas del dolor crónico.
- Equilibrio energético: Pisar la tierra permite absorber electrones negativos, ayudando a equilibrar la carga eléctrica del cuerpo.
- Conexión con la naturaleza: Más allá de los beneficios físicos, el acto de caminar descalzo nos reconecta con el entorno natural, aportando una sensación de paz y revitalización mental.
¿Cómo se práctica el grounding?
Como el objetivo del grounding es básicamente estar en contacto con la Tierra de alguna forma, hay varias formas de practicarlo. Te las contamos:
- Caminar descalzo: Es la manera más básica y natural de practicar grounding. Puedes hacerlo en un parque, la playa, el jardín de tu casa o cualquier superficie natural como césped, arena o tierra.
- Sentarte o recostarte en el suelo: Además de caminar, sentarte o acostarte directamente en el suelo permite que el resto del cuerpo entre en contacto con la Tierra. Asegúrate de elegir un lugar cómodo y limpio.
- Usar dispositivos de conexión a tierra: Si no tienes acceso a espacios naturales, existen productos diseñados para el grounding, como sábanas, alfombrillas o bandas conductoras, que están conectadas a la tierra mediante cables especiales.
- Hacer actividades al aire libre: Combinar el grounding con actividades como yoga, meditación o simplemente leer en un lugar natural puede potenciar sus efectos relajantes y revitalizantes.
¿Cuánto tiempo se recomienda hacerlo?
No existe una regla estricta sobre cuánto tiempo dedicar al grounding, pero hay personas que aseguran que incluso unos pocos minutos al día pueden marcar la diferencia. La recomendación general es practicar grounding entre 20 y 30 minutos diarios para obtener beneficios óptimos.
Si no puedes hacerlo todos los días, intenta dedicarle al menos 2 o 3 días a la semana. Lo importante es ser constante, ya que los beneficios van apareciendo poco a poco, de forma gradual.
Otros sugieren que, para quienes comienzan, resultará más útil empezar con períodos cortos, de 5 a 10 minutos, y aumentarlos progresivamente. Para así tener un período de adaptación que permitirá hacer del grounding un hábito sostenible.
¿Cómo integrar el grounding en tu rutina diaria?
Te aseguramos que hacer del grounding parte de tu vida diaria es más fácil de lo que parece. Con pequeños ajustes, podrás incorporar esta práctica en tu rutina de forma natural y sin complicaciones. Nuestras recomendaciones para lograrlo son:
- Comienza el día con grounding: Dedica los primeros minutos de la mañana a caminar descalzo en tu jardín, balcón o un parque cercano.
- Combina con ejercicio: Si te gusta hacer yoga o estiramientos, realiza estas actividades al aire libre y sin calzado para integrar el grounding mientras te ejercitas. Echa un vistazo a nuestra línea de ropa deportiva sostenible.
- Toma pausas en el trabajo: Si trabajas desde casa o tienes acceso a un espacio al aire libre, aprovecha tus descansos para salir y conectar con la Tierra por unos minutos.
- Relájate por la tarde: Después de un día agitado, sentarte en el césped, caminar descalzo o cuando hace buen tiempo merendar/cenar en un parque, es una forma efectiva de reducir el estrés y desconectar del ajetreo diario.
- Crea un espacio de grounding en casa: Si no tienes acceso a la naturaleza, invierte en herramientas como una alfombrilla o sábana de grounding para disfrutar de los beneficios mientras trabajas, descansas o duermes.
¿Qué pasa si no se puede practicar grounding al aire libre?
Como brevemente nombramos en la sección anterior, no siempre es posible salir al aire libre para conectar directamente con la Tierra. Limitaciones como vivir en ciudades, el clima o el tiempo disponible suelen dificultar esta práctica. Afortunadamente, existen alternativas que te permiten disfrutar de los beneficios del grounding sin salir de casa.
Dispositivos de grounding
Son productos diseñados específicamente para conectar tu cuerpo con la energía de la Tierra a través de cables o materiales conductores. Entre los dispositivos más populares se encuentran:
- Sábanas y mantas de grounding: Perfectas para usarlas mientras duermes o descansas, ya que están equipadas con hilos conductores que se conectan a un enchufe con toma de tierra.
- Alfombrillas de grounding: Ideales para colocar bajo tus pies mientras trabajas o ves televisión.
- Pulseras o bandas conductoras: Pequeños accesorios que puedes llevar puestos mientras realizas tus actividades diarias.
Zapatos barefoot o de suela conductora
Aunque caminar descalzo es la forma más efectiva de grounding, los zapatos barefoot o con suelas de material conductor son una gran alternativa para quienes necesitan protección o no pueden quitarse el calzado. Estos zapatos están diseñados para simular la experiencia de caminar descalzo, permitiendo una conexión más cercana con la Tierra.
Consejos para empezar con grounding en casa
La siguiente es la última sección de este post. Y si lo que has leído hasta ahora te ha servido para convencerte de practicar grounding, pero quieres comenzar a practicarlo sin salir de casa, estos consejos te ayudarán a crear un ambiente adecuado y obtener los mejores resultados:
- Encuentra un espacio adecuado: Identifica una zona tranquila de tu hogar donde puedas relajarte. Puede ser un balcón, terraza o una habitación que te permita usar dispositivos de grounding.
- Invierte en dispositivos de grounding: Si el acceso al exterior es limitado, considera adquirir herramientas como alfombrillas, sábanas o bandas de conexión a tierra. Eso sí, asegúrate de seguir las instrucciones del fabricante para conectarlas correctamente.
- Crea un ambiente natural: Rodearte de elementos naturales como plantas, piedras o madera te ayudará a recrear la sensación de estar al aire libre y mejorar la experiencia.
- Usa ropa cómoda y sin barreras: Para maximizar los beneficios, utiliza ropa ligera y evita materiales sintéticos que puedan interferir con la conducción de la energía. Utiliza calzado barefoot y calcetines algodón orgánico sostenibles tipo barefoot, que no restrinjan tu pie y te permitan caminar descalzo cómodamente.
- Establece una rutina: Integra el grounding en tus actividades diarias, como trabajar, leer o meditar. Con que le dediques 5 minutos al comenzar será suficiente.
- Sé constante: La clave para disfrutar de los beneficios del grounding es la constancia. Aunque no notes cambios inmediatos, con el tiempo tu cuerpo y mente comenzarán a percibir los efectos positivos.
Conclusión
En conclusión, el grounding es una práctica accesible y efectiva para que comiences a reducir tus niveles de ansiedad y de estrés. Ya sea que elijas caminar descalzo en un parque, incorporar dispositivos de grounding en tu hogar o simplemente dedicar unos minutos al día para reconectarte con la naturaleza.
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